La Comisión Federal de Comercio ha anunciado una propuesta de acuerdo por la que se prohíbe a General Motors y a su filial OnStar vender datos de geolocalización y comportamiento del conductor a agencias de crédito durante cinco años. Son buenas noticias para los propietarios de General Motors. Todos los propietarios y conductores de automóviles merecen estar protegidos.
El año pasado, una investigación del New York Times puso de relieve como G.M. compartía información con las compañías de seguros sin que el conductor lo supiera claramente. Esto provocaba un aumento de las primas de los seguros, a veces sin que se dieran cuenta de por qué sucedía. Este problema de intercambio de datos era común a muchos fabricantes de automóviles, no solo a G.M., pero averiguar qué compartía tu coche era a menudo una tarea de Sísifo, de alguna manera más complicada que intentar conocer detalles similares sobre aplicaciones o sitios web.
La denuncia de la FTC se centraba en cómo G.M. inscribió a personas en su servicio de vehículos conectados OnStar con un proceso engañoso. OnStar se diseñó inicialmente para ayudar a los conductores en caso de emergencia, pero con el tiempo el servicio recopiló y compartió más datos que no tenían nada que ver con los servicios de emergencia. El resultado fue que la gente se suscribía al servicio sin darse cuenta de que estaba aceptando compartir sus datos de localización y comportamiento del conductor con terceros, incluidas compañías de seguros y agencias de informes de consumidores. La FTC también alegó que G.M. no revelaba con quién se compartían los datos (compañías de seguros) ni con qué fines (denegar o fijar tarifas). Pedir a los propietarios de automóviles que elijan entre seguridad y privacidad es una táctica desagradable que merece ser detenida.
Durante los próximos cinco años, el acuerdo prohíbe a G.M. y OnStar este tipo de prácticas invasivas de la intimidad, por lo que no pueden compartir los datos de los conductores ni la geolocalización con, las agencias de información al consumidor, que recopilan y venden información crediticia y de otro tipo sobre los consumidores. También deben obtener el consentimiento expreso para recopilar datos, permitir a los consumidores obtener y eliminar sus datos, y dar a los propietarios de automóviles la opción de desactivar la recopilación de datos de localización e información de conducción.
Todos estos son pasos importantes y sólidos, y este tipo de normas deberían aplicarse a todos los fabricantes de automóviles. Con opciones relacionadas con la privacidad enterradas en sitios web, aplicaciones y sistemas de infoentretenimiento, actualmente es demasiado difícil ver qué tipo de datos recopila tu coche, y no siempre es posible optar por no recopilar o compartir datos. En realidad, ningún consumidor acepta conscientemente que su fabricante de automóviles venda sus datos de conducción a otras empresas.
Todos los fabricantes de automóviles deberían estar obligados a proteger la privacidad de sus clientes, y deberían tener que hacerlo durante más de cinco años. La mejor manera de garantizarlo sería, a través de una legislación exhaustiva sobre privacidad de los datos de los consumidores con normas estrictas sobre minimización de datos y requisitos para un consentimiento claro y expreso. Con una ley de privacidad sólida, todos los fabricantes de automóviles -no solamente G.M.- solamente estarían autorizados a recoger, conservar, utilizar y divulgar nuestros datos para prestar un servicio que hayamos solicitado.