La muerte del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP) a la que EFF se refirió la semana pasada ha sido confirmada desde entonces por funcionarios de la Casa Blanca. Esto marca el final de una larga campaña contra el acuerdo secreto que EFF comenzó en 2012.
No hay que equivocarse; aunque la causa inmediata de la desaparición del TPP fue el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el TPP enfrentaba pronósticos adversos en el Congreso, incluso si los resultados de las elecciones hubieran sido otros. Esto a su vez se debió a una amplia oposición al acuerdo de muchos sectores de la sociedad de manera transversal, incluyendo los miembros de la comunidad de derechos digitales. Así que mientras examinamos las consecuencias de la desaparición del TPP, EFF y sus aliados tienen derecho a sentirse orgullosos por la parte que jugamos.
Implementación del TPP en otros países
Pero tal como informamos sobre la muerte del TPP, ello no significa que los otros países del TPP estén fuera de peligro. De hecho, hoy el Parlamento de Nueva Zelanda aprobó la legislación de implementación necesaria para ratificar el TPP, incluida una legislación que extendería el plazo de los derechos de autor en Nueva Zelanda de 50 a 70 años después de la muerte del autor.
Lo más desalentador de esto es que los legisladores neozelandeses no ignoraban el hecho que lo estaban haciendo unilateralmente y sin ningún propósito. Lo sabían, y lo hicieron de todos modos. Este pasaje de la transcripción oficial del discurso de la tercera lectura del miembro del Partido Laborista Rino Tirikatene refleja nuestra propia frustración con el proceso:
Estamos perdiendo el tiempo de la Cámara. No sé dónde ha estado el Gobierno Nacional durante las últimas 24 horas, pero ha habido elecciones en Estados Unidos, y hay un nuevo Presidente electo, Trump, y él ha esbozado que en sus primeros 100 días retirará a Estados Unidos del Tratado de la Asociación Transpacífico (TPP), un retiro completo. No sé por qué estamos aquí en una especie de autoengaño sintiendo que al aprobar esta legislación, el TPP entrará milagrosamente en vigor, porque no lo hará. Está muerto.
El aspecto positivo de esto es que las enmiendas introducidas por el proyecto de ley de implementación entrarán en vigor sólo a partir de la fecha en que el TPP entre en vigor para Nueva Zelanda. Si eso nunca sucede, entonces la legislación nunca tendrá efecto.
Japón, también, se ha acercado más a ratificar el TPP desde que escribimos por última vez sobre el tema. Su proyecto de ley de ratificación ya pasó a la Cámara Baja, y entrará automáticamente en vigor el 9 de diciembre si la Cámara Alta no actúa antes sobre el proyecto de ley. A diferencia de Nueva Zelandia, muchos de los cambios introducidos en la legislación japonesa, incluida la extensión de los derechos de autor, no están condicionados a que el TPP entre en vigor.
Esto coloca a Japón en un riesgo aún mayor que Nueva Zelanda de sufrir daño autoinfligido del TPP que nunca se compensará a través de un mayor acceso a los mercados de Estados Unidos. La japonesa Aozora Bunko (literalmente Blue Sky Library, un repositorio de obras de dominio público) es una institución nacional que será particularmente afectada.
El primer ministro Shinzo Abe declaró que el compromiso de su gobierno con la implementación del TPP "mostraría al mundo nuestra capacidad para producir un resultado", e incluso está empujando a otros países a acelerar sus propios esfuerzos de implementación. Cabe señalar que Japón es también el único país que ha ratificado el fracasado Acuerdo Comercial de Lucha contra la Falsificación (ACTA).
El otro país que está más cerca de ratificar e implementar el TPP, Malasia, ha publicado hoy un comunicado de prensa [PDF] que reconoce que el TPP ha fracasado, pero no descarta categóricamente continuar su propio progreso hacia la implementación de los mandatos del TPP a través de legislación nacional. Vietnam y Australia están en una posición similar.
Estos países, junto con Brunei, México, Singapur, Perú y Chile, deben aceptar la realidad y proporcionar a sus ciudadanos cierta seguridad mediante la anulación formal de sus planes de implementación. Si ven algo de valor simbólico en continuar con su implementación, entonces al menos deben hacer lo que Nueva Zelanda ha hecho y condicionar su implementación a que el convenio existente entre en vigor.
Implicaciones para otros acuerdos comerciales
En lugar de hacer esto, los restantes países del TPP, ahora encabezados por México y Japón, utilizarán la reunión de la APEC de esta semana en Lima, para discutir la idea de concluir un acuerdo sin Estados Unidos. Dado que la participación de este último país proporcionó gran parte del valor del acuerdo y la base de muchas de las compensaciones hechas por las otras partes, es difícil dar sentido a esta propuesta sin una renegociación significativa del texto.
Paralelamente, China está promoviendo la idea de expandir la Asociación Económica Regional Amplia (RCEP) en una Zona de Libre Comercio más amplia del Pacífico Asiático (FTAAP), que abarque a los 21 miembros del grupo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Es difícil evaluar lo que esto significaría para los derechos digitales, pero no vemos que sea bueno. El RCEP en su forma actual contiene algunas disposiciones sobre derechos de autor, que en su mayor parte no son tan malas como las del TPP, pero esto puede cambiar antes que el acuerdo se cierre. Dado que el proceso de negociación del RCEP es tan cerrado y opaco como el del TPP, es posible que no nos enteremos de cómo se están negociando los derechos de los usuarios hasta que sea demasiado tarde.
En cuanto a los futuros acuerdos comerciales que incluyen a Estados Unidos, el próximo presidente estadounidense, Donald Trump, ha manifestado su intención de hacer más hincapié en acuerdos bilaterales que en acuerdos multilaterales, así como en la aplicación de los acuerdos existentes. No estamos seguros de las implicaciones de esto para el Acuerdo de Comercio de Servicios (TISA), pero no se ven bien para sus patrocinadores.
El problema de un enfoque renovado en las negociaciones bilaterales es que un solo país en negociación con Estados Unidos es mucho más probable que acepte desequilibradas demandas de derechos de autor de lo que sería si tuviera el apoyo de otros diez países, como lo hicieron los países bajo el TPP. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales previos de libre comercio de Estados Unidos han obligado a sus socios comerciales a extender la protección del derecho de autor a copias temporales en la memoria de la computadora; una venenosa píldora para los innovadores que los países que negociaron el TPP rechazaron con razón.
Por lo tanto, hay mucha incertidumbre en el futuro en torno a los acuerdos comerciales digitales, y EFF todavía no pretende tener todas las respuestas. Pero podemos estar seguros de al menos dos cosas: que el TPP no entrará en vigor en su forma actual y que, en consecuencia, no hay razón racional para que ninguno de los países que lo negociaron cambie sus leyes para que se ajusten al acuerdo.
Si usted es de Japón, es especialmente importante que se involucre con activistas locales que estan en la mejor posición de hacer que el gobierno retroceda en su equivocada misión de implementar este mal acuerdo. Si usted es de Australia, Canadá, México, Perú, Chile, Singapur, Malasia, Brunei o Vietnam, también puede hacer una diferencia escribiendo a su periódico local sobre por qué la implementación de TPP es una mala idea. Aquí hay algunos enlaces para empezar:
- Canada: National Post
- Chile: El Mercurio
- México: El Universal
- Perú: El Comercio
- Singapore: Straits Times
- Malaysia: The Star
- Brunei: The Brunei Times
- Vietnam: Thanh Nien
- Japan: Asahi Shimbun
- Australia: The Australian