El «greenwashing» es una estrategia muy utilizada para intentar convencer al público de que las actividades perjudiciales para el medio ambiente no son tan perjudiciales después de todo. Puede tener mucho éxito precisamente porque la mayoría de ustedes no se dan cuenta de que está ocurriendo.
Entran en escena los Yes Men, activistas expertos que se especializan en bromas elaboradas para llamar la atención sobre los trucos y la hipocresía de las empresas. Esta vez, han creado un sitio web, wired-magazine.com, que se parece mucho a Wired.com e incluye, en primer plano, un artículo de opinión del escritor (y asesor especial de la EFF) Cory Doctorow. El artículo, titulado «El cambio climático tiene un grupo de apoyo», analiza el «poder y el peligro» de un nuevo emoji de «greenwashing» diseñado por el famoso artista Shepard Fairey:
En primer lugar, tenemos que preguntarnos por qué demonios Unicode, que antes era la Suiza de los estándares tecnológicos, ha decidido plantar su bandera en el resbaladizo campo de batalla de la ecopolítica. Tras rechazar tres propuestas anteriores de emoji sobre el cambio climático, en 2017 y 2022, este ha pasado de forma bastante sospechosa por las puertas de hierro.
O bien el humo de los incendios forestales que rodean la sede de Unicode en Silicon Valley finalmente les ha hecho tomar conciencia de la urgencia ecológica, o bien, lo que es más probable, los intereses corporativos que componen el consorcio han encontrado por fin una forma de apaciguar el desprecio público que fuera aceptable para sus resultados económicos.
Al ser informado de la broma, Doctorow tuiteó inmediatamente su alegría por haber sido incluido en un engaño de Yes Men.
Wired.com no se mostró tan complacido. Un abogado de su empresa matriz, Condé Nast (CDN), exigió a Yes Men que retirara el sitio web y transfiriera el nombre de dominio a CDN, alegando infracción de marca registrada y apropiación indebida de la identidad de Doctorow, con una vaga referencia a la infracción de los derechos de autor por si acaso.
Como explicamos en nuestra respuesta en nombre de Yes Men, la reacción desproporcionada de Wired fue errónea y decepcionante. Sus reclamaciones legales carecen de fundamento, dada la naturaleza satírica y no comercial del sitio web (por no mencionar la implícita celebración de Doctorow tras los hechos). Y, francamente, una publicación del calibre de Wired debería celebrar esta forma de expresión política, en lugar de intentar silenciarla.
Esperamos que Wired y CDN reconozcan que esta no es una batalla que quieran o necesiten librar. De lo contrario, la EFF está dispuesta a defender a Yes Men y su importante labor.